Ya casi completaba un año desde el primer episodio en que no recordaba en dónde había dejado alguna cosa. Y le ocurría con mayor frecuencia el no encontrar las cosas. Incluso había reorganizado el apartamento y destinado lugares específicos para guardar las cosas según las características que tenían: una cajón para calzoncillos, otro para medias y pañuelos, otro para guardar accesorios, otro para guardar herramientas, etc. y eso ocurria con todas las cosas del apartamento, hasta la ropa sucia tenia una cesta en dónde era depositada mientras se acumulaba para ser lavada. Era imposible no encontrar las cosas si se dejaban en el lugar que correspondía. La organización de los lugares para guardar las cosas tampoco funciono.
Lo último que ocurrió con uno de sus calzoncillos favoritos (se los había regalado una amiga después de unas vacaciones muy especiales y le hacían recordarla cada vez que los usaba, y también le hacían recordar los momentos de sexo que vivieron). Sabía que había llegado con los calzoncillos al apartamento no había visitado a ninguna amiga el día anterior ni había estado en ninguna celebración que pudiera ocurrir algo así.
Su trabajo como ejecutivo de la gerencia le obligaba a llevar una agenda muy organizada y detallada de las cosas que hacia o tenía pendientes por hacer. La reviso y nada de esas cosas le recordaba algo diferente de lo que recordaba y tampoco encontró algún indicio de que había ocurrido con sus calzoncillos. Ya los había buscado por todo el apartamento, había revolcado todas las cosas y no estaban. Toda la ropa sucia del día anterior estaba menos los calzoncillos.
También había llamado a la oficina indicando que tenía un inconveniente y demoraría en llegar. Había ocultado hasta entonces si problema de perdida de memoria a la empresa, no había querido hacerse exámenes médicos por temor a las decisiones medicas y tener que informar de la situación en la empresa a las directivas, pensaba que si informaba empezarían a verlo como un bicho raro y buscarían un reemplazo, su cargo en la empresa exigía personas con buena memoria y no personas olvidadizas que pudieran hacer fracasar algún proyecto.
La situación ya no la podía ocultar debia ir al médico y decir lo que le estaba ocurriendo, si seguía ocultando lo que ocurría las cosas podían ser peor, lo echarían de la empresa como una persona irresponsable y de poca confianza por ocultar lo que ocurría.
Edgar no insistió más y decidió ir a trabajar el resto del día, era viernes y no trabajaba los fines de semana, además el lunes siguiente era festivo, tendría bastante tiempo para descansar y decidir que hacer.
Cancelo todos los compromisos que tenía ese fin de semana y compro suficientes alimentos para evitar salir del apartamento y poder descansar, tal vez lo que le faltaba era descanso tenía mucho trabajo y todos los días lleva al apartamento cosas que quedaban pendientes y que no había logrado terminar en la oficina, y aunque no debía hacerlo, lo hacía, en varias ocasiones los profesionales de salud y seguridad enl trabajo les habían advertido que debian evitar llevar trabajo a casa para cuidar la salud mental. Todo indicaba que fue muy mala idea no haber seguido las recomendaciones, y su memoria se había deteriorado.
Aunque tenia treinta años, sabía que la juventud no le garantizaba la salud mental si habia sobrecarga de trabajo se podía afectar la memoria y se deterioria su salud mental. El sábado se dedico a ver televisión y a pensar en las cosas que le habían ocurrido y lo que podría ocurrir con su vida. La tranquilidad del apartamento donde vivía al norte de Bogotá en la localidad de Usaquén le ayudo a mantener la calma.
El domingo salió a caminar en la mañana y seguir pensado sobre el problema, también estuvo leyendo en internet sobre el tema y las cosas se veían muy complicadas, la idea de tener que vivir olvidando las cosas y de vivir sin memoria lo asustaba, no sabia a qué se dedicaría si perdía la memoria de forma definitiva, y aunque lo pensionaran no sabia iba que dedicarse, no podía seguir viviendo solo, comiendo y viendo televisión, su memoria se afectaría más si no tenía vida social y se dedicaba hacer otras cosas, también necesitaría de la ayuda de otra persona porque sin memoria no recordaría que cosas debería hacer a diario ni como organizar las cosas pendientes o futuras.
Después del almuerzo decidió lavar algunas cosas que habían quedado pendientes mientras las echaba vio una repisa junto a la ventana donde había querido colocar algunas pequeñas plantas ornamentales, pero nunca las había comprado. Observado la repisa había algo extraño en ella unas manchas (huellas) que no entendía porque estaban ahí. Nunca la había usado ni siquiera la había limpiado. Las manchas se veían recientes.
Con cuidado soltó la repisa y la puso sobre la mesa, no había duda habían bastantes huellas y algunas de veían recientes y eran pequeñas huellas. Tomo varias fotos y consulto en internet que tipo de huellas podían ser. Todo indicaba que eran huellas de un mico. Y eso lo hizo pensar el mico había estado moviendo y robando sus calzoncillos y otras cosas que no encontraba. Con esas evidencias al día siguiente fue a la policía a reportar lo ocurrido.
🕸️
🕸️ Redes sociales: https://linktr.ee/jaime_g.arte
No hay comentarios:
Publicar un comentario