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La coqueta (Cuento) 200 2025
Desde la primera vez que Verónica vio a Felipe en el gimnasio sintió muchas ganas de conocerlo. La fortaleza de sus músculos, indicaban que lleva bastante tiempo entrenado el gimnasio, los grandes bíceps de los brazos, los grandes pectorales y los grandes muslos de sus piernas junto con la estatura de un metro con ochenta centímetros lo hacían ver como un gigante al lado de Verónica. Después de verlo varias veces en las noches, cuando Verónica entrena en el gimnasio, decidió que quería conocerlo. Pero, conocerlo no iba ser muy fácil, las chicas más atractivas que entrenaban en el gimnasio dificultaban conocerlo, lo mantenían ocupado con sus coqueterías: pidiendo consejos para entrenar, pidiendo ayuda para hacer los ejercicios, haciéndole la charla para obtener una cita, todas las que trataban de hablar con Felipe querían tener sexo con él. Verónica sabía que tenía bastantes obstáculos para conocer a Felipe y pasar desapercibida, por eso considero que entrenar y coquetear no iba a funcionar. La decisión que tomo fue hablar con su jefe para que le cambiara el horario de trabajo, si trabajaba en el turno de la tarde podría tener mas excusa para esta cerca de él. pasar desapercibida. Su jefe solo le permitió trabajar tres días la semana en ese turno (lunes, miércoles, y viernes). El turno iniciaba a las cuatro de la tarde y terminaba a las diez de la noche. Felipe llegaba después de la seis al gimnasio y casi siempre se iba pasadas las nueve de la noche. Entre la seis y las ocho de la noche, Verónica lo observaba de vez en cuando entrenando e imaginaba como seria tener sexo con él, imaginaba que si Felipe le daba un beso tendría un orgasmo. Comparada con Felipe, Verónica era bastante bajita, media un metro con sesenta y cinco centímetros, consideraba que podría ser una ventaja cuando tuviera con ese hombre tan fuerte, ella lo abrazaría del cuello y él la levantaría metiendo los brazos debajo de las piernas y luego con las manos la sostendría de la cintura con esas grandes manos mientras las ingles de los dos pendulaban en sentidos contrarios separándose y uniéndose mientras el pene de Felipe se movía dentro de la vagina de Verónica entrando y saliendo. Lo que Verónica considera más importante ocurría después de las ocho de la noche en los vestier, era un sitio mixto, en donde las personas ingresaban para cambiarse y guardar las cosas mientras entrenaban, también podían bañarse y también estaban los sanitarios. Según los planes de Verónica ese era el mejor lugar para conocer para poder hacer amistad con Felipe. En los vestir fue donde pudo observar el paquete (ese el nombre que dan las muchachas del aseo al pene) mientras se cambia y se dio cuenta que Felipe tenía un pene grande y debía medir unos catorce centímetros cuando estaba erecto, eso la excitaba mas y se imagina que estaba cerca de él, y que metía una de sus manos entre los calzoncillos, lo cogía con su mano, lo acaricia, lo excitaba y lo agitaba hasta que quedaba erecto; luego lo metería en su boca y seguiría agitándolo hasta que eyaculara en su boca, saborearía su semen y luego lo tragaría. Los días que lo veía en el vestier ella llegaba muy excitada a la casa. Poco a poco Felipe se fue acostumbrando a ver a Verónica en el vestier, Felipe respondía al saludo de Verónica cuando ingresaba al vestier, sabia que era una trabajadora del gimnasio por el uniforme. Ese uniforme para Verónica era uno de los problemas que dificultaba hacer amistad Felipe, el diseño era poco atractivo y no llama mucho la atención a los hombres. El gimnasio siempre las personas que entrenaban era muy presumidas con sus cuerpos y cambiarse en el vestier servía para presumir mas sus cuerpos ejercitados. A veces tanto hombres como mujeres se desnudaban completamente mientras se cambiaban, esto ocurría especialmente cuando se bañaban. Felipe solo se baña los viernes, tal vez porque tenia compromisos con amigos ese día y quería evitar ir hasta la casa, y en varias ocasiones Verónica pudo observar a Felipe desnudo, también había podido observar el pene de Felipe mientras lavaba los orinales, si tenía el pene como se lo imaginaba. Esos días sus deseos acrecentaban y llegaba muy excitada a la casa. En algunas ocasiones Felipe le hablo a Verónica preguntando por alguna que hacia falta en los baños o el vestier, y de una de esas ocasiones Verónica pudo lograr hablar con Felipe unos minutos, le dijo que para ella y para la empresa era muy importante que les hicieran saber cuando las cosas no funcionaban para corregirlas o mejorarlas; que ella no estaba todos los días en ese turno, pero cuando estuviera ella como mucho gusto le ayudaría resolver el problema; después de hablar cosa que no funcionaban, Verónica le digo que tenía un cuerpo bastante musculoso y pensaba que debía saber bastante de como entrenar de manera más efectiva; Felipe le respondió que tenía razón si sabía bastante de entrenamiento físico porque era profesor de educación física, aprovecho para decirle lo que le decían todas a Felipe, que le ayudara a mejorar sus rutinas de entrenamiento; Felipe le dijo que si podía ayudarla, que en otra ocasión le podría colaborar.