Don Javier es un agricultor de Venecia en Cundinamarca, tiene más de ochenta años. Todos en el pueblo saben que también se dedica a la compra y venta de antigüedades. El trabajo de la agricultura, lo inició con su familia; su familia ha estado dedicada durante muchas generaciones a esa actividad, y él lo ha continuado. Algunos de sus hijos(as) y nietos(as) también se han dedicado a la agricultura.
Don Javier se diferencia, de otros agricultores de la región, por ser el único, que es agricultor y que tiene un negocio de antigüedades. Aunque, lleva muchos más años trabajando en agricultura, que trabajando con el negocio de antigüedades, ya tiene mas de sesenta años en el negocio de antigüedades. Desde hace más de cincuenta años el negocio de antigüedades lo tiene en Bogotá.
Todos(as) en el pueblo saben que don Javier se dedica a esos dos trabajos, pero muy pocas personas saben de un tercer negocio, del que poco habla y que le ha producido mucho dinero. El negocio de antigüedades le ha producido bastante dinero, pero creó ese negocio para mantener oculto su principal negocio.
La idea del negocio de antigüedades surgió del secreto que le reveló una mujer que viajaba con un circo por todo el país y que cada año visitaba el pueblo. En el circo a la mujer la conocían como: La Gitana. En una de esas presentaciones, que hizo el circo en el pueblo, don Javier conoció a La Gitana y se convirtieron en muy buenos amigos. Desde entonces, durante muchos años, cuando el circo llegaba al pueblo, La Gitana iba a casa de don Javier y se quedaba allá durante los días que estuviera el circo en el pueblo. Tanto los ratos de sexo, como las historias que contaba la Gitana, las disfrutaba mucho don Javier durante esos días.
Entre las historias, que le contó la Gitana, hubo una historia que le gustó mucho a don Javier, era una historia de un coleccionista de monedas, que logró ganar mucho dinero, vendiendo monedas viejas de baja denominación. Lo hizo guardando una buena cantidad de monedas, cada vez que salía una nueva denominación, y garantizando el buen estado de las monedas que guardaba. La segunda parte del secreto consistía en guardarlas durante mucho tiempo (mas de cuarenta años) y venderlas por un buen precio.
Después de escuchar esa historia a don Javier le interesó mucho el negocio y empezó a guardar monedas de uno y dos centavos de diferentes años. Como sabía que debía esperar bastante tiempo decidió incursionar en el negocio de antigüedades. El primer negocio de antigüedades lo tuvo en Fusagasugá, ahi compraba cosas viejas que vendía en Bogotá y en Bogotá compraba cosas viejas que vendía en Fusagasugá. A mediados de los años sesenta consiguió un local en el centro de Bogotá el cual ha estado dedicado desde entonces a la venta de antigüedades.
No es un local muy grande, pero mantiene lleno de antigüedades, que buscan los turistas extranjeros, y en un pequeño rincón, que poco llama la atención, los turistas encuentran expuestas monedas colombianas de baja denominación que van de un centavo a veinte pesos. Una de las monedas de un centavo, que se encuentra en la vitrina expuesta (en este año 2022) es de 1942 y el precio es de $17.000.
Don Javier se mantiene muy bien informado de todos los temas de las monedasy cada vez que sale una nueva moneda de baja denominación, guarda con mucho cuidado mil monedas.
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